2018-07-06 – Lo mejor de las columnas de Darwin del 2/7 al 5/7 – Darwin Desbocatti
Lo mejor de las columnas de Darwin del 2/7 al 5/7 – La última semana de Darwin en Rusia: Lenin embalsamado, el water al revés y la carta para el Darwin de 10 años.
Transcripción
Interlocutor A (00:00:02-00:00:04): Bueno, vi a Lenin, mijo.
Interlocutor B (00:00:05-00:00:06): Qué emoción. Darwin.
Interlocutor A (00:00:06-00:00:30): Vi a Lenin 1 h y media de cola. No, yo le diría 2 h, entre 1 h 45, 2 h de cola para 20 s de ver a Lenin caminando. Porque uno no se puede parar atrás de una cuerdita y poder observar, apreciar el cadáver de Lenin adentro de una especie de cámara de vidrios, digamos, no es un mausoleo.
Interlocutor B (00:00:31-00:00:37): Y cuéntale un poco a la gente, capaz que muchos lo vieron en documentales, otros leyeron, pero por las dudas, cuéntele un poco a la gente cómo es.
Interlocutor A (00:00:39-00:00:43): Sí, entra y tal.
Interlocutor B (00:00:45-00:00:55): Ending momificado, embalsamado. Momificado, embalsamado. Perfecto.
Interlocutor A (00:00:55-00:01:39): Embalsamado, señor. ¿Es lindo porque uno vive la experiencia completa del comunismo, no? En el comunismo había que hacer 2 h de cola para más o menos dos remolachas, un pan, 1 fiambre. Y acá tenés que hacer 2 h de cola por lo mismo, pero sin el pan y la remolacha, digamos. Una genialidad porque vivís la experiencia completa. Hay gente que sale horriblemente decepcionada. Yo después me paré otro espectáculo. Hay dos espectáculos, uno es ver a Lenin Leri embalsama y otro es ver la cara de la gente que sale decepcionadísima de adentro por lo poco que duró ese momento. ¿Usted estudió ese con la hora 45 que tuvo de cola, señor?
Interlocutor B (00:01:39-00:01:47): Es otro espectáculo, dura 20 s porque es como que uno va pasando y van como siguiendo el hilo y tiene que pasar de largo. No se puede quedar ahí a reflexionar.
Interlocutor A (00:01:47-00:02:06): No puede tener uno, señor. Exacto, no se puede detener porque está lleno de milicos tipo blandengue ahí adentro. Y no son los blandengues nuestros, un poco vilipendiado y son un poco de las Merre, son plan como más fuerte y por ejemplo, no sé, te hacen todo el tiempo.
Interlocutor B (00:02:07-00:02:09): Claro, porque el turista entra alborotado.
Interlocutor A (00:02:10-00:02:23): Yo que fui con el Masi Pérez, que hoy era mi adulto a cargo, estuvo precioso porque entramos y se ve que ya lo tenía. ¿No tiene visto los vídeos o algo? Porque pisamos el mausoleo y con el.
Interlocutor B (00:02:23-00:02:28): Dedo así que no vaya a cantar ese anormal adentro del mausoleo de Lenin que ahí se complica todo.
Interlocutor A (00:02:29-00:02:50): Exacto. Y después Milico me dijo me saque la mano de los bolsillos también cuando entré abajo de la escalera, porque cuando venía bajando la escalera le quise comentar, porque yo le comento todo lo que me pasa a mi adulto a cargo, le tengo esas indicaciones. Y le dije me saque la mano de los bolsillos porque me dijeron que me saque la mano.
Interlocutor B (00:02:53-00:02:54): ¿No entiende eso?
Interlocutor A (00:02:54-00:03:21): Que usted es un no llegué, pará, no llega una máquina de sellar, señor. Una agresividad de esas que llama la atención. Y entramos ahí. Bueno, está. Al final le pedí que me cantara Sigué vivo después de salir apenas no haber podido juntar el momento de Lenin con la estrofa inicial del magia, puro vibrato. Pero me guardé un poquito de Lenin en las retinas para acompañarlo con el ayalgo.
Interlocutor B (00:03:21-00:03:26): ¿Que bebida está bien? ¿Lo hace usted mismo? El 1000 está bien, no va a quedar.
Interlocutor A (00:03:26-00:03:39): La verdad, a mí me fascinó toda la experiencia. Gustó toda la experiencia. Las 2 h de cola, los 20 S ahí adentro, los milicos yuyándome, todo, señor. La verdad que me encantó.
Interlocutor B (00:03:40-00:03:47): Con el miliqueo ruso usted tiene una cierta admiración. ¿Le gusta el miliqueo ruso? ¿El mandoneo militar?
Interlocutor A (00:03:48-00:04:12): A mí me encanta, sí. Pero incluso la escola también. ¿O sea, sabiendo que no lo voy a hacer nunca más, no? Si yo voy a tener que hacer eso de 2 h de cola por un fiambre, dos veces mi vida, a la tercera me muero de inanición, me parece. ¿Entiendes? Volviendo a la hipótesis, digamos, a la metáfora de no metáfora, sino a la figura del comunismo, de lo que había que hacer para conseguir un no, para.
Interlocutor B (00:04:12-00:04:16): Ver un fiambre, claro que eso era permanente.
Interlocutor A (00:04:16-00:04:32): Llevarse un capuchino o algo para ir consumiendo. 1 lista también de cinco o seis temas para hablar si uno va con otro. Nosotros con el Machi estuvimos hablando de Sarachi, de cómo este viejo necio no lo trajo. Bueno, algunas cosas que no trajimos ahí para hablar.
Interlocutor B (00:04:32-00:04:39): Bueno, porque la hora 45 afuera pueden hablar, ellos les permiten hablar en la Plaza del Aire libre no le permiten hablar después en el mausoleo está bien.
Interlocutor A (00:04:40-00:04:51): Exacto. Porque si no después se generan algunos silencios incómodos. Llévense cuatro o cinco temas y van a ir con otro. De verdad. Yo sé que el celular ahora te salva en estas situaciones, pero llevarte una listita te ayuda.
Interlocutor B (00:04:51-00:04:55): ¿Buen wifi hay ahí o tiene que usar los datos?
Interlocutor A (00:04:55-00:05:10): No sé. No, yo no sé. Yo no miré el celular. Yo soy de la vieja perfecto, charlando con la gente. Cuando estoy con una persona ahí está. Cuando estoy con una persona que no me incomoda charlar, no miro el celular. Me dijo para que Darwin se fue.
Interlocutor B (00:05:10-00:05:19): Al museo de Ho Chi Minh en Hanoi y era igual al que usted vio ahora de Lenin. Una cagada, 2 h de cola y salir rapidísimo como pedo, dice. ¿Bueno, pasa que si la gente se.
Interlocutor A (00:05:19-00:06:22): Queda esto es de los que salen decepcionados, que es lindo mirarle las caras, porque salen con una cara de ah, me estafaron, no puedo creer lo que acaba de pasar, es insólito, entiendes? Entonces salen mal, salen con cara de me cagaron. Y es una linda experiencia ver esas caras cuando salen. Yo me quedé mirando ahí 10,15 minutitos más, me quedé mirando las caras de lo que salía, y hay gente que sale conmovida. ¿Eso también es precioso, porque demuestra cómo ante un mismo estímulo las reacciones se dan en un espectro interminable, entiendes? Es muy lindo todo el tele, el momento sobrecogedor. ¿Pero ni bien sale uno, o por lo menos lo que me pasó a mí, retoma su escepticismo más ramplón y piensa era un muñeco de seda, era un muñeco de cera? No creo, no se ve claramente la separación entre los dedos, brilla demasiado. En fin, una cantidad de cosas que quizás tengan en común los muñecos de cera y los cadáveres embalsamados. Porque finalmente uno nunca vio un cadáver embalsamado, entonces a lo mejor se parecen.
Interlocutor B (00:06:22-00:06:31): Mucho, yo no sabría. Tema técnico ahí puede ser Mao Tse tung en Beijing. Igual Darwin pone otro decepcionado. Claro, con este estilo.
Interlocutor A (00:06:33-00:06:39): Pero parece un muñeco de cera. Y efectivamente es un muñeco de cera. ¿Por qué?
Interlocutor B (00:06:39-00:06:40): ¿Por qué?
Interlocutor A (00:06:40-00:07:16): ¿Diga por qué? Por la navaja de Ockham, que es una forma de razonar, digamos que siempre la explicación más simple suele ser la verdadera. ¿Si parece un muñeco de cera, verdad? Así fuera el propio Lenin embalsamado, no deja de parecer un muñeco de cera. Es lo mismo que ver un Lenin en el Madame Tussaud. ¿Y suponiendo que los rusos tuvieran al verdadero Lenin embalsamado ahí, siendo el cadáver embalsamado tan parecido a un muñeco de cera, en algún momento algún ruso habrá dicho Che, por qué no ponemos un muñeco de cera que es más barato y menos peligroso? ¿Me entiende lo que le digo?
Interlocutor B (00:07:16-00:07:20): Sí, sí, entiendo, entiendo. Pero bueno, entonces no tengo duda de.
Interlocutor A (00:07:20-00:07:27): Que es un muñeco de cera. Es un muñeco de cera. ¿Lo que no quita que la experiencia pueda ser sobrecogedora, entiende?
Interlocutor B (00:07:28-00:07:42): Está bien, está bien. Una cosa no quita la otra, dice usted, pero yo que sé, a mí me quita un poco, aunque usted diga que no quita la otra. Yo que sé, si usted me dice es un muñeco de cera, así no sé, si hago 2 h. De cola por un muñeco de cera, voy al Madame Tussaud, como dice usted.
Interlocutor A (00:07:42-00:08:18): Tremendo muñeco de cera, tremendo muñeco de cera. Pero lo que hay que pensar cuando uno entra es que no es un muñeco de cera, entiende que es Lenin embalsado, y ahí uno se conmueve. Pero después cuando sale, es inevitable pensar terrible muñeco de cera. ¿Está bien suspender la incredulidad, señor, cuando uno entra, para que el efecto tenga más impacto en uno, para que haya un efecto así de emoción, entiendes? De estar viendo a un personaje histórico con su propia bueno, no diría carne porque no sé cómo es. Y se van vaciando por anda. No sé muy bien cómo lo hacen. No.
Interlocutor B (00:08:22-00:08:33): Claro. ¿Y cómo era el proceso? Porque tiene que haber mejorado mucho un proceso de embalsamar así desde la época esa, la primera década del 20 del del siglo pasado. Del siglo 20, sí, justamente hasta ahora. ¿No?
Interlocutor A (00:08:34-00:08:39): Lo deben tener en otra recámara, que no se ve a Leni embalsamado. Pero esto es un muñeco de cera.
Interlocutor B (00:08:39-00:08:46): Claro. ¿Cómo quedaban en aquellos años? Y lo deben tener ahí. Acá preguntan por Stalin. Stalin no sé si va a estar ahí. ¿Lo sacaron?
Interlocutor A (00:08:46-00:08:57): No, Stalin estaba ahí hasta el 51, una cosa así. Lo sacaron, señor 54, no me acuerdo. Lo enterraron, lo sacaron de ahí, lo pusieron otro lado.
Interlocutor B (00:08:57-00:09:00): Perfecto, está bien lo que preguntaba el oyente.
Interlocutor A (00:09:00-00:09:17): No se lo fumaba más el muñeco de cera de Lenin. No se lo fumaba. Y tenía mucho miedo. Tenía mucho miedo de que Stalin embalsamado matara a Lenin embalsamado, porque o viceversa, porque son capaces de matarse embalsamado uno al otro.
Interlocutor B (00:09:19-00:09:25): No lo sacaron. La historia dice que se fue solo Stalin. Bueno, puede ser, sí, es probable también.
Interlocutor A (00:09:25-00:09:44): Es probable porque cuando lo fueron a sacar dijo a mí no me saca nadie acá, yo me voy solo. ¿Y para que se fue por otro lado, es lindo hacer la cola, porque mientras se hace la cola se puede disfrutar de la Plaza Roja, de la vista de la Plaza Roja, verdad?
Interlocutor B (00:09:45-00:09:46): Está bien, está bueno eso.
Interlocutor A (00:09:46-00:09:50): Salvo que en este caso no se puede disfrutar de la vista de la Plaza Roja.
Interlocutor B (00:09:50-00:09:54): ¿Cómo no? Si está ahí el mismo in situ en la Plaza Roja.
Interlocutor A (00:09:54-00:10:57): Pero la FIFA metió en el medio de la Plaza Roja un estrado gigantesco con atracciones y chirimbolo que ocupa un tercio de la plaza y tapa cualquier posibilidad de vista integral de la plaza. Es como si hubiera aterrizado un plato volador de la FIFA ahí en el medio de la plaza roja. Yo pocas veces he visto una ordinariez mayor. Hace ver al coreano nuestro del buceo como un toque minimalista de la rambla. Mijo, no sabe la ordinariez, la terrajada que hicieron acá entre los rusos y la FIFA es proverbial. Y no tiene ningún tipo de razón de ser, más allá de la necesidad imperiosa que tiene el inversor, en este caso la F, de tener algo material en un lugar importante. Es una cosa muy extraña que suele suceder, que pasa mucho con las empresas que auspician cosas, que quieren poner cosas físicas, materiales.
Interlocutor B (00:10:57-00:11:11): En este caso sería una intervención, como le llaman hoy en día, una intervención de la FIFA y sus sponsors en la plaza Roja, que tendría que armonizar con la plaza para que, bueno, todo confluya en una fiesta que es el Mundial.
Interlocutor A (00:11:11-00:11:18): No, no tendría que estar en la plaza. No, es imposible que armonice. Saquen esa mierda de ahí, por favor.
Interlocutor C (00:11:20-00:11:21): No toquen nada.
Interlocutor A (00:11:24-00:11:56): Yo la verdad, hoy vi en el leír el Observador Astori salió a tanto por su candidatura pero no encuentra eco ni entre los suyos. Claro, pero es que Astori está la rendición de cuenta. Andate un rato, desaparece, dejá que te insulten, que digan cualquier cosa y volvé dentro de un mes, mi viejo. Es una cosa increíble. Astori se supera a sí mismo una y otra vez en esta torpeza política. Impresionante. Es Peter Scheller, mijo. Cuando uno piensa que ya no puede ser más cagada, viene otra atrás.
Interlocutor B (00:11:57-00:12:23): Y es muy bravo, porque además esta es la última rendición de cuenta con gasto del ejecutivo. Y si bien la discusión se puede extender hasta noviembre, inclusive constitucionalmente octubre, noviembre y entran regero, este es el momento más álgido de la discusión. Después, cuando ya pasa de diputados a senado, se aplaca un poco y bueno, y debería definir a Stori en este momento muy caliente, si se lanza o no. O al menos eso es lo que indican los tiempos que se están dando electorales. Y claro, usted dice lo va a.
Interlocutor A (00:12:23-00:12:43): Decir, no tiene que definir en este momento, señor. No tiene que hacer nada en este momento. Tiene que hacer como un calle, se tiene que retirar para que hable mal de él, señor, para mí no hay nada mejor que retirarse de los lugares y dejar que el reto hable mal de uno, que era lo que quería hacer yo acá, para que hable mal de mí en este me cagó mi gesto de caballero, señor.
Interlocutor B (00:12:43-00:12:50): ¿Qué le dice la gente? Que yo soy el responsable. ¿Va a estar toda la semana así? ¿Cómo le va a decir a la gente yo soy el responsable acá? Su decisión de responsable.
Interlocutor A (00:12:50-00:13:11): Usted es el responsable, señor. Usted me mandó siete mensajes de texto de no te podés ir, viejo, garca no sé cuándo, que no te vayas ahora que es muy importante, que se nos va la audiencia para el Sport y no seguís. Bueno, se va la audiencia para el Sport, que se mueran intoxicados. A mí qué me importa, señor.
Interlocutor B (00:13:11-00:13:21): Vos le voy a poner cero la audiencia para el Sport. No, no, es cierto que yo moví lo que pude mover, Darwin, pero en pod lo mejor para usted siempre.
Interlocutor A (00:13:21-00:13:53): No, que lo mejor para mí no le importa nada, mijo. Yo me estoy falleciendo acá, estoy convaleciendo desde hace una semana y usted me dice dale, aguantá más, viejo, dale, aguantá una semanita más. Cómo te vas a venir antes del partido con Francis. Dale, dale, soy pago, quedate ahí. Cosa de loco, mi hijo. Ya no sé ni qué hacer. Le hago las columnas cada vez peor todo, y no hay manera. Ahora ya quedé condenado acá. Y bueno, me voy a tener que quedar hasta el final. Pero qué lugar horrible el mundial. Nunca vengan a un mundial. Jamás se le dé por venir a un mundial.
Interlocutor B (00:13:53-00:13:58): Bueno, igualmente después vamos a hablar en la columna deportiva. Pero imagino con la frecuencia de los.
Interlocutor A (00:13:58-00:14:01): Partidos, quiere decir que estoy pasando bárbaro.
Interlocutor B (00:14:02-00:14:05): Bárbaro para nada. Por lo menos en lo que dice públicamente.
Interlocutor A (00:14:07-00:14:10): Me bañé en el Mar Negro. Todo viejo, lindo.
Interlocutor B (00:14:10-00:14:11): ¿Cómo estuvo eso?
Interlocutor A (00:14:12-00:14:16): Precioso, mi hijo. Sí, estaba en Xochitl, estaba en mi esplendor. En Xochitl estuve en mi esplendor.
Interlocutor B (00:14:16-00:14:21): ¿Discúlpeme la ignorancia, Mar Negro es muy frío, templado, cálido?
Interlocutor A (00:14:21-00:14:35): No, no, no, no. Ni muy frío ni muy caliente, pero medio así verduzco, cristalino. 1 temperatura que no es el océano Atlántico, por supuesto, que es una cosa espantosa.
Interlocutor B (00:14:38-00:14:41): Un poquito más entrable que nuestras costas oceánicas.
Interlocutor A (00:14:42-00:15:19): El problema igual es que soy todo piedras, entonces es como entrar en la parte que no podés entrar, en las flores. Verde es la dignidad. Es de eso que es un baño de humildad. El famoso baño de humildad. Porque cuando salís te arrastra la ola y te pegás contra todas las piedras y no te podés parar y salís sentado de culo. Te lleva la ola para afuera y te deja sentado ahí como un estúpido. Y la verdad es el famoso año de humildad del que hablan siempre, es este. ¿Porque salís de una manera tan indigna ahí adentro, tenés que esperar a que te saque la hora y vos sentadito ahí y cuando te vas a parar salís en cuatro patas agarrándote las piedras, entiendes?
Interlocutor B (00:15:20-00:15:25): Claro, y entra medio en puntita de pie y sale así. Es indigno. Sí, sí, la verdad no, entra como.
Interlocutor A (00:15:25-00:15:38): Pisando huevo, agachándose, que se le doblan las rodillas y en un momento se cae de culo a las piedras y también lo arrastra, la dobla para adentro y después lo arrastraba la para afuera. No hay mucha otra forma de entrarle a esos lugares, señor.
Interlocutor B (00:15:38-00:15:42): Ah, que bravo. Pero bueno, disfruté el baño cuando estuve en el agua ahí.
Interlocutor A (00:15:42-00:15:59): Es precioso, es precioso porque uno sale con la cabecita agacha y diciendo bueno, está bien, no soy yo el que manda en esta vida. Estoy de paseo, tuve la suerte, en cualquier momento se me termina. Es una humildad espectacular. En ese sentido es espectacular. Yo volví humilde, humilde.
Interlocutor B (00:16:00-00:16:04): Así que le dice a la gente que está pasando bien, que se bañó el Mar Negro fenomenal.
Interlocutor A (00:16:05-00:16:07): Es una mierda el Mundial.
Interlocutor B (00:16:08-00:16:16): Le preguntaba deportiva si con esta frecuencia de partidos un poco más distanciada. Se puede ver más el Mundial desde el Mundial.
Interlocutor A (00:16:17-00:16:31): Bueno, ayer vi ese homenaje a la selección uruguaya escandinavo, que es Dinamarca, por ejemplo. Nunca vi una selección más parecida. Tiraron 38 laterales al área, señor. Y Lobo al área.
Interlocutor B (00:16:31-00:16:35): Usted sabe que los rusos también tiraron lateral al área y córner directo, como nosotros.
Interlocutor A (00:16:36-00:17:02): Todas las peores elecciones de este mundial tiran lateral del área. Polonia, nosotros, Dinamarca, los rusos. Nosotros deberíamos atar. Uruguay debería estar del otro lado del cuadro. Del lado del cuadro ese horrible que quedó, que nos merecemos por juego y por estilo y por estirpe, nos merecemos estar en ese mundial B. Y salí campeón del mundial B, llegar a la final. Pero bueno, la FIFA organizó mal esto y nos quedamos del otro lado.
Interlocutor B (00:17:02-00:17:15): Sí, yo lo miré con gente que no mira habitualmente el fútbol y le sorprendía un poco el empeño de Cáceres en secar tanto la pelota, cosa que no hacían los rivales cuando sacaban del lateral, no pasa que va a ser algo que no hacen ellos, que es tratar de poner un centro con eso.
Interlocutor A (00:17:17-00:18:08): Usted no sé si vio a Dinamarca de verdad, de Osquitar Suárez, que es un lateral, cruzando de punta a punta para tirar él mismo. Dos laterales consecutivos al área, señor. Uno de un lado y otro del otro. Sale la pelota, tira el lateral. Es que a mí la tiraba el segundo palo. Evidentemente jugaba por cómo tiraba la pelota con las manos dentro del área, porque con los pies era horrible. Era el lateral izquierdo de Dinamarca. ¿Y la tiró, hizo todo, se recostó contra la estática, se cola la pelota en la camiseta, hizo todo, tiró, la sacaron, salió por el otro lado la pelota y qué hace? Cruza toda la cancha. ¿Es el David Beckham de los laterales, digamos, entiendes? Es el David Beckham del Obol. Él va y le pega a todos, a todos los tiros libres, digamos, como si fueran tiros libres. En este caso son saque lateral.
Interlocutor B (00:18:10-00:18:14): No sabía, no vi. Nadie sabía que tenían unos Kitar Suárez ahí.
Interlocutor A (00:18:14-00:18:18): ¿Usted sabe cómo llegó el gol de Dinamarca?
Interlocutor B (00:18:18-00:18:21): No, eso no lo vi. No lo vi. Fueron todos los primeros minutos.
Interlocutor A (00:18:22-00:19:05): Al minuto Ovol, Bálbara y Danés lo tira para el área, se genera un esgrimage, empieza a rebotar la pelota, le termina pegando uno cayéndose, rebota en un croata y le pasa por abajo de las piernas. Entra como arrastrándose la pelota por el piso, deprimida casi, mijo. Es el peor gol del mundial. Claramente el peor gol del mundial. Los daneses son un homenaje permanente a la selección uruguaya. Es increíble porque nos ganaron en 1986, una paliza bárbara. En el 2002 no volvieron a ganar con comodidad en la primera fecha y Che, tenemos que jugar como esto.
Interlocutor B (00:19:06-00:19:08): Por qué se les ocurrirá eso justo.
Interlocutor A (00:19:08-00:19:34): No, es muy raro, señor, es muy raro. Yo me imagino que ayer Laudrup debía estar martillándose los testículos con una lata de galletitas, porque todo lo que hizo él para darle un juego exquisito al mundo del fútbol danés y se ve que no quemaron todos los vídeos de Ladru, no sé, que está prohibido en YouTube. Una cosa rarísima, mire usted.
Interlocutor B (00:19:34-00:19:41): Bueno, no, no, está bien. Dinamarca hace homenaje a Uruguay, que dice usted, con esos laterales.
Interlocutor A (00:19:42-00:20:18): Le conté, señor, le hice cronómetro al lateral izquierdo, ese lateral izquierdo le iba a sacar, pues, también sacaba de tres cuartos de cancha, también la tiraba al área, porque llevaba el área de todos lados prácticamente. Y le conté entre todo el tiempo perdido en los laterales, porque en algunos se arreglaba las medias, en otro, bueno, limpiaba la pelota, en fin, tenía todo tipo de estrategias para dilatar el juego. Y se comió 34 min. Vivo de partido, señor, sacando laterales ese muchacho, una cosa de loco. El David Beckham de los laterales. Un homenaje a Osquitar Suárez, perfecto, perfecto.
Interlocutor B (00:20:19-00:20:22): Hecho por este danés ayer en la cancha.
Interlocutor A (00:20:22-00:20:35): ¿O al brasilero, a Dinolfi, no? También podría ser. Bueno, le decía, señor, que esto se quedó Asterisk está como tanteando, se está haciendo querer en el momento en que todos lo odian.
Interlocutor B (00:20:37-00:20:39): No tiene otra, no puede lanzarse.
Interlocutor A (00:20:42-00:20:49): Pero que se vaya de vacaciones, que llene ahí algún lugar triste donde se va él y vuelva dentro de un mes, mijo.
Interlocutor B (00:20:50-00:20:56): Y es una posibilidad, dentro de un mes yo creo que se va a callar un poco los ecos de la rendición. Dos meses capaz, pero lo que pasa.
Interlocutor A (00:20:56-00:21:10): Es que se le ni en el frente Liber Sereni, señor, lo vieron con buenos ojos. Porque es una cosa de loco, señor. No ha conseguido apoyo ni en el frente líder Sereni. Y salieron todos los de la oposición a pegarle en fila, hasta Gandini, señor.
Interlocutor B (00:21:12-00:21:22): Sí, sí. Además el Frente Líder Sereni es algo que no se sabe bien qué es hoy en día. ¿Y la Asamblea Uruguay obviamente lo integra, pero como que está nada, se sabe.
Interlocutor A (00:21:22-00:21:33): Bien qué, señor, usted sabe bien qué es el coso de la rañaga, usted sabe bien qué es el coso de la calle Pom? ¿Usted sabe bien qué es el MPP? Nada. ¿Se sabe bien qué es el Uruguay?
Interlocutor B (00:21:33-00:21:37): Bueno, puede ser, si me lo pone así, me lo pone difícil. Puede ser, pero bueno. ¿Frente Luis Eliñes más se sabe bien.
Interlocutor A (00:21:37-00:21:39): Qué es el partido Colorado?
Interlocutor B (00:21:40-00:21:42): ¿Sí, Stalvi, el partido colorado hoy en.
Interlocutor A (00:21:42-00:21:50): Día yo qué sé, yo que sé qué me pregunta a mí si estoy en Rusia? Yo, señor, cómo saber no toquen nada.
Interlocutor C (00:21:54-00:22:14): Porque yo me voy. Y me escribí una carta a mí mismo. A mí mismo de 9,10 años, más o menos, por ahí. No importa si llega un poco tarde la carta, no pasa nada. Y para el de vejigas trivium, que es la publicación que hace cosas con los vejigas que vinimos, que no somos ni periodistas deportivos ni nada.
Interlocutor B (00:22:14-00:22:18): Claro, no es un player, usted no ha llegado a eso, pero bueno, no.
Interlocutor C (00:22:18-00:22:44): Es el player trivium. Y no es tampoco el journalist Trivium, digamos, es el de los periodistas deportivos, Sport journalist Tribune. Ese tampoco es. Es el vejigas Trivium. ¿Le escribo tiene música para ponerle? ¿Para que quede más? Porque no me tiro tan af como para conmover así en seco, digamos, un boliviano tocando.
Interlocutor A (00:22:44-00:22:44): La.
Interlocutor C (00:22:50-00:23:23): Escribo. Le escribo estas líneas al vejiga que en el barrio algunos llaman rusito por su pelo rubio y su madre judía, otro polaco, otro judío de mierda, otro fatiga por tu pereza omnipresente que a veces se parece al cansancio. Otros lo llaman el botija, medio raro de mitad de cuadra. Y otros simplemente Panther, porque la primera vez que saliste a jugar de fútbol en el barrio tenía puesta una camiseta que decía Panther, una marca deportiva bastante berreta que no prosperó.
Interlocutor A (00:23:23-00:23:24): ¿Qué más?
Interlocutor C (00:23:24-00:23:26): Creo que tu sobrenombre duró más que la madre.
Interlocutor B (00:23:26-00:23:27): Siga, siga.
Interlocutor C (00:23:27-00:32:29): En tu familia no te dicen Darwin porque tu padre y tu abuelo se llaman igual y eso terminó siendo más un problema que un honor. No te preocupes por como te digan, no hay demasiado que puedas hacer al respeto y casi siempre te van a decir de una forma que no te resulta del todo cómoda. La vida no es un lugar donde abunde la comodidad. Te voy avisando. Bueno, me alegra mucho contarte que en los 50 años, en los siguientes 50 años, tu mayor talento, que es una capacidad ilimitada para la pereza, que deviene en cierta habilidad mínima, muy básica, casi de moñito, para decir cosas que a veces son mínimamente graciosas, poquito más, pero rápidamente olvidables, no va a cambiar tu vida en casi ningún sentido. Eso, a pesar de lo que te pueda parecer ahora, es una gran noticia. Hacele caso a un gigante, está chiquito, chiquito cerebro. No hay gr. Me río de tus pretensiones. Ya te aviso que no cagas a nadie. La habilidad para decir es tu pieces constantemente te va a ayudar a deshacerte de esa cantidad de sobrenombres y a conseguir lo más parecido a una beca de la vida que te puedas imaginar. Van a aparecer empresarios que te van a pagar por algún fondo. El sueño de cualquiera. Seguí trabajando a tu lado más idiota. Transformate en un perfecto imbécil. Me lo vas a agradecer, pendejo pretencioso. Yo te voy a bajar los ojos. Anita. Cállese la boca, guachoñado. Siga leyendo la carta de suyo de más de 500. Siempre lo está. Vives tu vida en el club Tabaré te estarás preguntando por qué escribo vives tu vida en lugar de vivir tu vida y a veces se cuela el español neutro. Porque es una carta para el vejiga estribium vejiga. Y le copié el formato a la de cavani para arrancar los párrafos. Después me olvido, me da pereza seguir el estilo, etc. No me interrumpas más, por favor. Atrevido. Me tenés harto. Ni siquiera voy por la mitad de la carta. Vives tu vida en el club Tabaré, atrás de una pelota naranja de básquet. Mentira. Esa vida empieza a las 5:00 p.m. porque hasta esa hora el canchero no abre el club. Y la función del canchero en el básquetbol es desestimular el amor por el deporte que puedan tener los chiquilines. Él está haciendo su trabajo, cumpliendo su función como parte del ejército invisible del desestímulo, y vos sos demasiado cagón como para discutir su rol. Así que el resto del día te pasas tirando en un arito del fondo de tu casa porque tenés todas las comodidades. Y es un poco me cago la épica en esta carta del vejiga trivium, en la que no puedo hablar de ningún sacrificio que hayas hecho, salvo compartir la mitad de la extranjerina con tu perra, que es loca de la extranjería y se pone a llorar si peleas una y no le tira la mitad de los gajos a ellos. Hacer recordes de un sacrificio cuando te vas a bañar. A veces te da tanta pereza bañarte porque sos el colmo de la desidia, atrapado en un cuerpito de 10 años, que preferís prender la ducha, mojarte un poco el pelo, esperar 5 min. Sentado en la tapa del water y salir como si te hubieras bañado. Es la estupidez más grande que vi en mi vida. ¿Sos muy kedi, sabías? Además de un mugriento desagradecido que ni siquiera valora el calefón que tiene en su casa. No tiene ningún sentido. Perdés el mismo tiempo, te consume la misma energía que si te bañara, pero te quedas sin la parte placentera del baño y las bondades de jabón. Te lo avisé. Sos horrible tomando decisiones. Siempre encontrás la más estúpida. Otros toman decisiones por vos. Haceme caso. Zampaoya. ¿Me dejas contarte un secreto? ¿Me dejas contarte un secreto? Un día va a sonar el teléfono, vas a ir a atenderlo y te vas a llevar puesta una puerta de vidrio. Está cerrada. Banana. Ahí está. Ahí tenés el secreto. ¿Me dejas contarte otro secreto? El liceo no sirve para nada. Trata de que no te rompan la cabeza muy seguido. Hacete amigo de los repetidores, tomándole el pelo a los profesores y cualquier autoridad. Cuando te quieran hacer la mota, apuntá para el más débil y tirale un piña. No tenga ninguna esperanza con las compañeras de clase que están buenas. Hacerlas reír no tiene nada que ver con que les pueda gustar alguna y vayas a chuponear. Sos una rata mal alimentada que se va a desarrollar como a los 15 años. Así que anda acostumbrándote porque vas a ser terrible. Pero no te angusties por esa pelotudez. No, se acabó. Dale, blandito. Dale. Te cagué, maricón. Lo que importa más en tu vida en este momento, si mal no recuerdo, es el doble de la grapa. El doble de la grapa es algo más. Necesito hablar con alguien del doble de la grap. Con alguien que no sea un niño bobo que se cree especial como vos. Con un adulto que ya sepa que fracasó en la vida. Con un adulto va el doble de la grapa. Es motivación pura. ¿Cómo se hace para tener motivados un montón de gurillas de 10 años con una sola pelota llenita de huevo que pica para cualquier lado y no sirve ni para jugar un partido? ¿Porque además son 19 niños y no podrían jugar contra nueve? Poniendo la regla que el niño que meta un doble de la mitad de la cancha, que todavía no había triple en esa época, se lo deja subir a la cantina de Tabaré. Era una carrera contra la ley y el sentido común. Meter la pelota ovalada de la mitad de la cancha y la sensación de escuchar al cantinero que gritaba por la ventana Dale, subí, pajero. Cuando habías metido el doble de la grapa Increíble. Una alegría inmensa. Y si tenías suerte, se llamaba el tío León del garito clandestino donde jugaban a la general a por plata fuerte, fuerte los borrachos, ahí en la cantina del club. Y te dejaba soplar el cubilete para darle suerte a los dados. Soplar y con tu aliento de grapita recién tomaba. Si tenías mucha suerte, el Tío León metía un pool, lo desplumaba y te compraba un alfajor vencido de esos que vendían en la cantina, que te venía bien para hacer un pisito. ¿Será de chocolate? Te van a dar de uno de esos que ya le quedó el relleno medio verdoso del tiempo que lleva esperando. ¿Será el de Mickey Mouse? El de la tortuga anilla que todavía no existirán sea el que sea. Durante todo ese día estarás medio en pedo por la grapa y practicarás resaqueado con 10 añitos. ¿Qué te parece? Lindo, doctor. ¿Cuáles son tus sueños, chico? Ni siquiera lo recuerdo. Con esa actitud seguramente no tenías. O tenías algunos muy pelotudos. Como tener una máquina que escupa latas de refresco gratis en tu cuarto. ¿Futbolito, sabes? Gigada. Alguna gansada de esas que no tiene épica ninguna y no sirve como insumo para una cata de estas. Tu sueño es jugar al básquetbol en primera. Lo conseguirás. Jugarás. Tristemente paseará por alguna cancha de segunda de ascenso y cuando lo hagas se sentirá como si hubieras gastado un sueño al pedo. En el caso de que haya una cumporena del sueño para gastar, te gastaste uno sin tener para nada necesario. Tu sueño es escribir un libro. También lo conseguirás. Te aviso, no hay ningún mérito. Hasta julio Ríos sacó uno. Tu sueño es tener mucha plata, manejar lindos autos y dormir en hoteles elegantes. Bueno, bájate del caballo muerto de hambre. ¿Qué te cree Brian? ¿Anda pensando más en un Héctor Perry como modelo de vida, verdad? Tu sueño es ir a un mundial de fútbol gratis a cubrir el evento. Qué sueño más mediocre. El sueño de Diego Joca irá, pero los pesados de la FIFA cambiarán antes su sistema de una sede por serie y te pasarás arriba de un avión como un banana y tendrás que caminar 2 km para llegar a cada uno de los estadios y te enfermarás. Y en la mitad del segundo mundial al que vayas te darás cuenta de que en el siglo 21 el peor dubano para ver un mundial es el mundial. Lo que tienes ahora con nueve años de edad es algo que ahora extraño muchísimo. Y se falta. Se llama falta absoluta de responsabilidades. Eso de no tener ninguna responsabilidad es lo máximo. Aprovéchalo. El resto de la infancia está muy sobrevalorada. No como con la infancia, todo el mundo le da para adelante. Pero lo que le gusta más a la gente es el recuerdo de la infancia y no la infancia en sí. De la escondida te aburrís a la media hora y salir a buscar vos es una sensación de lo más desagradable. Mezcla de soledad, ansiedad, excitación, inseguridad, omnipotencia, paranoia extrema. Es como tomarte una raya de merca en una oficina de Tenfield.
Interlocutor A (00:32:29-00:32:30): Más o menos.
Interlocutor C (00:32:30-00:35:15): El jiquiriya está bueno. Está bueno el kikiriya, pero te cansás enseguida y te dan ganas de ir a escuchar el partido de fobal por la radio echado en tu cuarto. Los cumpleaños son demasiado largos. El tiempo entre los chorizos y la tota es interminable. La gente no sabe cuándo terminar los eventos. Los bailes son una mierda que te llenan de ansiedad y la mitad del tiempo no sabes ni qué hacer. Por eso empezaste a fumar de chiquito. También tener algo que hacer en los bailes nomás. Como niño vives tu vida con una intensidad 1 pasión que será imposible como adulto. Sí, esa poquita intensidad y esa casi nada de pasión que tienes como niño es muchísimo más de lo que vas a tener de adulto. Aunque no lo puedas creer, tu corazón está envuelto en papel film. No vibras, está muerto por dentro. ¿Sabes cómo es la vida ahora, a los 60 y pico años de edad? Horrible. ¿Igual de incómoda que cuando tenías 10. Qué te creías, que se iba a solucionar todo cuando llegaras al mundo adulto? Tenés que pagar las cuentas, hacer guita para tu hijo hipotético, estar casi al día de tus impuestos. Por suerte te ganas la vida con una pelotudez que ni te imaginas. Es como si trabajaras en un call center, que calculo que ni sabés lo que es, pero tomándole el pelo a la autoridad, que en realidad no es ni la autoridad. Es un pobre diablo que trabaja de periodista y vos le haces bullying permanentemente. Buen tipo, pobre, demasiado creciente en el dios de los ateos el estado. No te quiero arruinar la en muchos aspectos estás viviendo en un sueño más preciso. Estás viviendo lo que sería una fiesta. No tenés ni que salir de tu casa para patudar. Es casi una pensión graciable lo que te tocó. Ojalá no haya reencarnación, porque la próxima vida vas a ser estibado del puerto. Vas a tener que pagar con sudor toda la facilidad. Pero muchos otros aspectos también. Eres prisionero de ese sueño o de esa siesta. Se te gastan antes las pantuflas que los champeones, cada vez te cuesta más ir hasta la panadería, te salen hongo por la falta de luz solar. Tu familia te reclama por tu ausencia. Tu esposa llega de trabajar y se da cuenta enseguida de que sos una lacra que no salió en todo el día y te caga puteadas o te pone basura de más en la bolsa de la basura. Tu hijo hipotético sabe que estás en el escritorio y te rompe las bolas a morir. Cuando eres un niño tienes esa sensación de que la persona más exitosa es la que consigue sus objetivos. Cuando crece te das cuenta que la persona más exitosa es la que tiene la sabiduría para vivir sin que le rompan los huevos. Quiero recordarte las palabras de tu padre. ¿Qué te dice siempre? Yo sé que tú lo sabes. Te dice Andate a Uruguay, pelotudo.
Interlocutor A (00:35:15-00:35:16): No seas burro.
Interlocutor C (00:35:16-00:36:51): Uruguay es una trampa mortal. Te pensás que está buenísimo, porque a los 20 años tenés casi todo lo que querés y queda todo cerca. Después te das cuenta que tu techo lo tocaste a los 28, estúpido. Y ya no hay marcha atrás. Todo lo que se queda es inercia. Uruguay no te mata, Uruguay te deja morir a poquito. Pero tú no le vas a prestar atención a esas palabras, porque sos necio como una mula con la menstruación. Te cree que las sabes todas. Ignorante, analfabeto, bobo, conínfula. Es altamente probable que ni siquiera hayas llegado hasta esta parte de la carta, porque a los 10 años no sos capaz de leer cuatro párrafos seguidos. Tu poder de concentración es el de un molusco con estrada. A lo largo de la vida he conocido a Mebas con más fuerza de voluntad que la tuya, chiquito. He tenido la suerte de cruzarme con papagayo, menos disperso que tú, pequeño idiota. ¿Qué te dice tu madre? Siempre te hacé lo que quieras, pero hacelo en serio, comprometido. Si escuchas las palabras y realmente crees en el espíritu de lo que te dicen, te querrás martillar los huevos con un ábaco. Pero por suerte nunca entenderás el espíritu de esas palabras ni escucharás a nadie seriamente. Más te vale que no te tomes muy en serio a vos mismo, porque yo del montón. Estás más cerca de cambiar de los rezagados que de los 10 o 15 que se escapan en el pelotón. Si la vida es la fórmula, un vos sos de los que aparecen cuando le van a sacar una vuelta y le trancan un poco el paso ahí a los que vienen corriendo. En serio, sinceramente no sé por qué sigo escribiendo. Es muy probable que ya no esté leyendo.
Interlocutor A (00:36:54-00:37:26): No toquen nada. Bueno, nos vamos a ir, amigos. Esta es la última misión desde Rusia. Y extrañamos a la familia, como algún momento se lo dijimos. Esa misma familia de la que vivimos permanentemente. Pero bueno, es tanto el martirio ya que nos hace vivir la FIFA a esta altura creo que es la quinta ciudad de Rusia que no conozco. En menos de cuatro semanas, cinco ciudades de Rusia que no conozco.
Interlocutor B (00:37:26-00:37:30): Esa queja para mí es al lugar. Es una queja de que la distancia.
Interlocutor A (00:37:30-00:38:22): Y todo lo tranquilo que me deja no me deja muy tranquilo que usted le dé lugar a mi queja, pero igual vaya a cagar, me siga. Estoy hablando desde toda mi cantidad de años de periodismo deportivo. Y bueno, ya está todo de amables, simpatiquísimos analfabetos que hemos venido y con la que nos hemos congraciado. Pero a su vez hemos tenido que pasar dificultades y queremos irnos de acá. La verdad nos encantó Rusia. Moscú es una ciudad hermosa. Debe ser, me imagino, casi no la vi, pero debe ser una ciudad hermosa y es barata. Y bueno, ya le digo, esta tierra está llena de ansia, llena de gana, llena de espíritu. Y llena de analfabetos también.
Interlocutor B (00:38:22-00:38:30): Bueno, analfabetos, no sé, quizás, quizás cuando viene se puede dar con nuestros ignorantes.
Interlocutor A (00:38:30-00:39:15): Que hablan el mismo idioma limitado que nosotros. Uno es un ignorante, uno es un analfabeto y quiere estar con sus propios analfabetos. No quiere estar con analfabetos desconocidos. Llega un momento que extraña mucho la ignorancia de su propio lugar. Y además, bueno, lo que le decía, lo que le he venido diciendo durante estas cuatro semanas prácticamente, que es que nos hubiera encantado ver el mundial. Espero que ustedes lo hayan disfrutado, amigos, porque lo que es acá no se ve un carajo de alma. Y no es únicamente en una detro. ¿Ayer estuve hablando con un par de periodistas argentinos y le preguntaba cuánto partido viste en vivo? Y en vivo vieron cinco partidos de morondanga. Y después por la tele habrán visto 15 más.
Interlocutor B (00:39:15-00:39:34): No, no, es que es imposible por los traslados, imposible por las coberturas también que hacen. A veces están asignados a determinada cobertura y bueno, tienen que cubrir un equipo, las prácticas, todo, mientras está jugando el otro. Y los traslados y la distancia hacen muy difícil. ¿Bueno, Fabregate, ayer contaba en la mesa rusa que no había visto a Francia todavía jugar, no?
Interlocutor A (00:39:34-00:40:21): Claro, nunca lo vio jugar. Yo tuve la suerte de verlo antes del partido de octavo de Uruguay. Ahí sí lo pude ver enterito todo el segundo tiempo, digamos. Claro. Y vi esos 12 min. Arrolladores de Francia. Pero bueno, hay mucha gente que lo vio todavía jugar y la verdad que es así. El Mundial, no se dejen engañar. Nadie, ninguno de los periodistas que ustedes ven hablar del Mundial, vieron el Mundial. Ustedes vieron mucho más el Mundial que los periodistas. Y no saben nada. Los periodistas, cualquier cosa, miran ahí los resultados, dicen Uruguay le ganó tres a cero a Rusia, dicen que bien, tienen terrible defensa, Uruguay no le hicieron ningún gol. Y siguen con eso. Discúlpenme que yo les venga a decir la verdad, que haga de periodista deportivo enmascarado.
Interlocutor B (00:40:22-00:40:23): Claro, claro, es el mago que cuenta.
Interlocutor A (00:40:25-00:41:00): Estoy contando todos los trucos, pero nadie de los que está en el mundial ve el Mundial. Y otra cosa que se vio muy poco, me llevo hermosas imágenes como la de Lenin embalsamado, el propio cadáver de Lenin ahí embalsamado, que a los 5 m de salir del mausoleo uno se da cuenta de que es un muñeco, pero mientras está adentro, que es lo importante, uno piensa que es el propio Leni embalsamado. Y hay que mantener eso, señor, porque esas son las emociones, esa es la historia. Toda esa abogada que le gusta Chiquiri.
Interlocutor B (00:41:00-00:41:10): Hoy está Gabriel Kirchi con la Unión Soviética. El siglo corto soviético. El siglo corto. 1917-1991 y bueno, va a meter eso de Leni cuando muere en el 20. Viene Stalin después, obviamente.
Interlocutor A (00:41:11-00:41:12): ¿Pero lo vio? ¿Pero lo vio él?
Interlocutor B (00:41:12-00:41:14): Él creo que nunca estuvo allí.
Interlocutor A (00:41:14-00:41:22): Está muerto Lenin. Ah, bueno, entonces habla por hablar. A mí no me la contó nadie. Yo lo vi a Lenin en Balamado. Señor.
Interlocutor B (00:41:22-00:41:29): Capaz que puede organizar algún viaje ahí de los que organiza él, que lleva gente. Va usted también ahora que conoce como guía turístico el doctor Marfetán.
Interlocutor A (00:41:29-00:41:57): El doctor Marfetán organiza mucho mejores viajes que Señoras, vayan con el lote Rafael. Y he visto muy poco hombre de bigote. Esto lo atañe también a Lenin. Me ha decepcionado un poco. La verdad que es una de las decepciones que me llevo de este país, que me he llevado muchas alegrías, me he llevado muchas sorpresas, he disfrutado mucho toda la parte que no es estar en un avión, que fue el 15 % del viaje. Pero vi muy poco hombre bigote. Muy poco hombre bigote.
Interlocutor B (00:41:57-00:41:59): Mire usted, mire usted. ¿Esperaba más?
Interlocutor A (00:41:59-00:42:34): Hay más hombres de pantalones de colores que hombres de bigote acá en Rusia. ¿Cómo prendió el pantalón de colores en los rusos de más de 50 años? Ustedes no se hacen una idea. Es un dolor que me produce verlo con los pantalones de colores como si fueran el gordo tetes de la madre Rusia. Un dolor que me produce pensar que esta gente ha derramado sangre durante 1000 años más o menos, para que ahora vengan unas tiendas que venden pantalones de colores y se les emputezcan. Los viejos que vivieron su infancia, adolescencia y casi juventud, le diría la Unión Soviética. Mire si se iban a poner pantalones de colores en la Unión Soviética.
Interlocutor B (00:42:36-00:42:42): ¿Pero qué le llama pantalón de colegio? No es vaquero. Que no es pantalón negro, ni gris, ni marrón.
Interlocutor A (00:42:42-00:42:44): ¿Digamos los vaqueros como de colores, que.
Interlocutor B (00:42:44-00:42:49): Son verdes, anaranjados, amarillos está bueno, no?
Interlocutor A (00:42:49-00:43:29): Que tengan bien ridículo, señor, bien ridículo. Es el goro tete. Ya le digo que es como un joven eterno que ha hecho un pato con el diablo, y el diablo le dijo está bien, vas a engordar, pero no vas a envejecer. Perfecto, dale, vamos, dale con esa impecable. Yo más o menos lo entiendo. Pero que esté todo lo ruso acá de 50 años con pantalones de colores y que haya más pantalones de colores que bigote, a mí yo me llevo un poquito de decepción. Porque uno ve los hombres de verdad, los hombres rusos que respetan más o menos la tradición, todo, como el técnico, como como Cherchez, que es uno de los mejores rusos que me tocó conocer en este viaje. Y no tiene pantalón de colores.
Interlocutor B (00:43:29-00:43:32): Sí, sí, sí. Un hombre duro además.
Interlocutor A (00:43:32-00:43:42): Usted lo ve con batalón de colores a Cherchezov no. Usted lo ve sin bigote a Cherchezov, no. Entonces, mijo, ese era el tipo de ruso que yo me esperaba. Yo me esperaba encontrar un 90 % de ruso así.
Interlocutor B (00:43:43-00:43:49): ¿Ah, sí? Tipo el Ehrlich Montevideo, el Maslia montevidiano, digamos, en Rusia.
Interlocutor A (00:43:49-00:43:53): No, así no esa cara de nada.
Interlocutor B (00:43:53-00:44:00): No, eso Montevideo. Por eso acá igual acá. Pero mucho Cherchezov en Rusia, como se encuentra muchos Ehrlich en Montevideo.
Interlocutor A (00:44:00-00:44:05): No que sean iguales, pero más intenso, señor.
Interlocutor B (00:44:06-00:44:09): A los Cherchezov en ese caso. Pero hay pocos.
Interlocutor A (00:44:11-00:44:32): Yo que el ruso de bigote es otra cosa. Como Stalin, como como Chorchezó, como cara así como intensa. Pero se ve que bueno, no pudieron sacar esa parte de sus vidas. Los que vivieron su infancia, adolescencia y capaz que el príncipe de la juventud, la teoría soviética, andan ahí haciendo el ridículo. Emputecidos, viejos rusos, emputecidos. He visto a rolete, señor, pero no.
Interlocutor B (00:44:32-00:44:40): Se pone pantalón y colores nada más. Están en una onda diferente en un mundo 2018 verano también es verano. Darwin también.
Interlocutor A (00:44:40-00:45:46): Por otro lado, por otro lado, no me sorprende tanto porque con el mal gusto que tienen, que hayan adquirido eso como una moda nacional de usar pantalones de colores. Tiene su sentido. Después, bueno, tienen ese problema con los síntomas del calor, que ya se lo he explicado. Como que su cerebro no recibe las señales de exceso de calor. Ninguna señal vinculada al exceso de calor. Para empezar, no le funciona el termostato. Hay 50 grados en los cuartos y no se enteran. Ahora, yo estoy sospechando que acá dejaron una calefacción o algo prendida, porque es insoportable, señores. Todo el tiempo hace calor en los lugares. Como que no se dan cuenta, me dijo bueno, Gieden, todo eso que le conté como loco. Lo que demuestra que no reciben las señales, los impulsos al cerebro que emite las papilas olfativas cuando algo se está pudriendo por el calor. ¿Entiende por qué el hedor? Son las axilas del individuo que se están pudriendo por el calor.
Interlocutor B (00:45:47-00:45:52): Bueno, si no tanto. O sea, no se higieniza y no se entena.
Interlocutor A (00:45:52-00:46:38): No, no, no. No es una cuestión de higienización. Es que no sienten, señor. No le llegan al cerebro los estímulos que provienen del calor, que avisan del exceso de calor. Tampoco enfrían la bebida, por ejemplo. Nunca está fría la bebida. Jamás. Porque no necesitan, evidentemente, que esté fría la bebida. No lo necesitan. Porque lo necesitarían, sí, su cerebro y hace calor, qué lindo para tomarse una bebida fría. Pero como ellos no reciben la información del calor en el cerebro, no necesitan toda la bebida. Siempre están calientes la bebida, mi hijo, la única bebida fría que uno consigue es adentro de los estadios. Porque maneja la FIFA, pero cuando le das a un ruso va a manejar. No hay manera de que tienen heladeras, pero las usan de armario, no sé qué hacen, mijo.
Interlocutor B (00:46:38-00:46:43): ¿O sea, las heladeras no tienen adentro bebida enfriándose o no? Siempre está llena esa heladera.
Interlocutor A (00:46:43-00:46:48): Sí, tienen bebida adentro, pero no enfriándose. No se enfrían las bebidas dentro de la heladera acá no me pregunté por qué.
Interlocutor B (00:46:48-00:46:49): Ah, qué raro.
Interlocutor A (00:46:49-00:46:52): Tiene apagado temperatura ambiente las heladeras, señor.
Interlocutor B (00:46:53-00:47:00): Eso sí que es bien raro. Porque no tenerlas una cosa, tenerla vacía, sota para tener la llena que no enfría. ¿Es ruso ya, no? Muy particular.
Interlocutor A (00:47:02-00:47:19): Es muy raro. Por eso le digo, señor. Y bueno, y todas estas situaciones que de todas maneras están tapadas por la grandilocuencia de Moscú, sobre todo. Sochi es lindo, Xochitl es un lindo balneario, todo, pero Moscú es espectacular. ¿Y lo barato, verdad? Lo barato que sale todo.
Interlocutor B (00:47:19-00:47:22): Ah, sí, bueno, me he transformado en.
Interlocutor A (00:47:22-00:47:24): Un comprador compulsivo, señor.
Interlocutor B (00:47:24-00:47:28): Mire usted, el consumismo lo absorbió en Moscú. Justo.
Interlocutor A (00:47:29-00:47:39): No sé si me van a dejar pasar por la aduana porque parece que fuera a armar una feria turca, señor. La cantidad de cosas para mujeres que llevo es injustificable.
Interlocutor C (00:47:39-00:47:41): No toquen nada.