2018-07-04 – Darwin se escribió a sí mismo de pequeño – Darwin Desbocatti
Darwin se escribió a sí mismo de pequeño – Como hizo Cavani, le escribió una carta al Darwin de 9 años.
Transcripción
Interlocutor A (00:00:00-00:00:16): Brasil o Santiago de Chile. Es el momento de una escapadita. Aprovechá ahora con tus tarjetas. Volar de Itaú. Multiplicas tus millas todos los días en todos los supermercados y autoservicios. Julio multiplicás por tres y agosto por cuatro. Esto es volar.
Interlocutor B (00:00:20-00:00:23): Darwin, desde algún lugar de Rusia buen día para usted.
Interlocutor C (00:00:25-00:00:27): ¿Me escucha, señor? ¿Cómo? ¿Me escucha?
Interlocutor B (00:00:28-00:00:29): Lo escucho bastante bien.
Interlocutor C (00:00:30-00:00:32): ¿Qué quiere decir bastante bien? Horrible.
Interlocutor B (00:00:35-00:00:40): Pero no, no es horrible. No es horrible. Está lejos de horrible. Si no le diría mal.
Interlocutor C (00:00:40-00:00:46): Si se escucha mal, señores, no lo hago. No sé, pero se entiende lo que.
Interlocutor B (00:00:48-00:00:51): Está lejos de horrible. Se entiende perfectamente lo que dice.
Interlocutor C (00:00:53-00:00:57): Bueno, a usted se le escucha espantoso, pero no es ninguna novedad.
Interlocutor B (00:00:58-00:00:59): Eso es siempre. Eso es siempre.
Interlocutor C (00:00:59-00:01:13): Por mijo, no sé, entraron 22 llamadas allá que se caían todas, se cortaban todas. Ya en un momento me calenté y bueno, lo arreglé porque soy un genio de la tecnología.
Interlocutor B (00:01:13-00:01:34): Perfecto, Darwin, perfecto. Reaccionó bien. ¿Cuál es su tutor a cargo hoy? No, me imagino que apagando y prendiendo lo Darwin. Los conozco hace muchos años. Imagino que venía.
Interlocutor C (00:01:36-00:01:45): Impresionante. Hacen fila para verme arreglar los aparatos. Una cosa de loco lo que se ha arreglado. Aparato de la tecnología. Es impresionante.
Interlocutor B (00:01:47-00:01:51): Darwin, cuénteme quién es el tutor o mayor a cargo en este caso suyo.
Interlocutor C (00:01:53-00:02:08): Estoy solo. ¿Cuál es el problema, vejiga? ¿Qué pasa? No puede estar solo acá, señor. Bueno, es usted solo comprando. Me pasé un poquitito con los regalos.
Interlocutor B (00:02:12-00:02:12): Bueno.
Interlocutor C (00:02:15-00:02:35): Ya en un momento empecé a meter, meter, meter dentro de la bolsa y entré en la liquidación de una tienda de ropa y todo de Mina. Además que yo no sé nada de Mina. Y como no sé nada compraba tres de cada tipo, digamos. Compraba por los precios, veía barato y compraba. Y bueno, me voy a tener que comprar otra valija también porque con la que traje no se fue.
Interlocutor B (00:02:36-00:02:42): Bueno, van a estar agradecida. Hipotético apartamento a su mujer. Las macritas también supongo que recibirán algo los compañeros.
Interlocutor C (00:02:42-00:02:55): Trabajo la grande, la verdad la grande es un palo en el culo porque hay cosas de nueve años y después alta, 13, 14 Vayan explicando que es imposible comprarle.
Interlocutor B (00:02:58-00:02:59): Bueno, no se metan.
Interlocutor C (00:02:59-00:03:07): No se le puede llegar regalo a los guachos. Lo lamento mucho que me agarró con esta edad.
Interlocutor B (00:03:07-00:03:09): Con esta edad, claro. Bueno, no se preocupe, olvídese.
Interlocutor C (00:03:10-00:04:03): A la otra sí le llevo, así queda bien problemática la cosa en su casa. ¿Así también le armo un lío a usted, verdad? Me divierte un poco, no le voy a mentir. Y bueno, y entonces todo muy tancado en Rusia. Ahí está nublado, llueve, deja de llover, llueve, deja de llover. Velotafe más bien. Feucho. En Moscú y vos lo hay trancao. Trancadera, mucha trancadera. Es como que ya ha vuelto a su forma natural esta ciudad. Debe quedar peruano todavía. Debe estar lleno de peruano todavía que no se saca la camiseta. Es una cosa impresionante. ¿Pero está empezando a volver a a su ritmo habitual que es de trancadera en trancadera, verdad? De galleta de tránsito a galleta de tránsito. ¿Usted sabía que Putin tiene un carril VI?
Interlocutor B (00:04:04-00:04:09): No, no tenía nada más. Pálida idea. Mire usted, como bus y taxi, pero para él.
Interlocutor C (00:04:09-00:04:32): Dice que hay una noticia que yo leí que dice que Moscú es la segunda ciudad en ataco de tránsito. ¿Cuál es la primera? Porque no decía la noticia, así que quédese con la duda. Tengo idea cuál será. ¿Roma será? ¿Tokio será, me imagino, no? Soy un águila. Tokio debe ser. Y dice que se calcula que un moscovista pasa 92 h al año atascado en el tráfico de Moscú.
Interlocutor B (00:04:35-00:04:41): No sé cuánto es el segundo y el quinto, pero bueno, parece mucho. 92 h atascado parece mucho.
Interlocutor C (00:04:41-00:04:51): Si no tiene LT, si no todo ganancia. 92 h de Facebook, señor. ¿Es el sueño del Uruguay, no?
Interlocutor B (00:04:51-00:04:55): Lte, dice, porque pone datos en el auto y escucha algo que le gusta, un podcast, algo que le gusta, pero.
Interlocutor C (00:04:55-00:05:08): No para mirar Facebook, señor. Le da el Facebook como un enfermo, mijo. Es espectacular. No sé qué hace esta gente en la oficina después, no, porque se queda sin actividades para la oficina, claramente.
Interlocutor B (00:05:09-00:05:16): Claro, gastan todo ahí en el auto. Pasa que el atasco a veces sí permite mirar el teléfono, porque a veces estás 10 min en cero.
Interlocutor C (00:05:17-00:05:28): Señor, la gente anda mire que yo ando en Montevideo, me he subido autos de amigos, he estado en el tránsito en Montevideo. La gente es que trata de agarrar cierto semáforo en rojo.
Interlocutor B (00:05:28-00:05:36): Ahora, para poder revisar el celular tenemos que mire que yo a veces también lo miro. Hay que dejar hacer eso. Hay que sacarlo de adelante. La vista del celular, Darwin en el auto.
Interlocutor C (00:05:37-00:05:43): ¿Ah, bueno, no, momento, viene el espacio de los valores, no?
Interlocutor B (00:05:43-00:05:43): De los cuidados.
Interlocutor C (00:05:43-00:05:44): Va a mandar mensaje.
Interlocutor B (00:05:44-00:05:56): No, no saquemos el teléfono de la vista, dejámoslo en un bolsillo. Hay un modo ahora que tiene un modo auto para que no te avise que llegó nada. Pero igual la gente lo mira aunque no llega nada. ¿Entonces el problema es sacar la vista, no?
Interlocutor C (00:05:56-00:06:07): Igual, señor, porque es un poquitito de felicidad. Hay que poder mirar ahí un poquito para seguir viviendo.
Interlocutor B (00:06:08-00:06:15): Mire, nuestra directora comercial, que usted sabe, Karen, es muy ansiosa, se lo esconde a sí misma en el auto.
Interlocutor C (00:06:17-00:06:18): ¿Ah, sí? Se olvida.
Interlocutor B (00:06:18-00:06:29): No, se lo deja inaccesible. O sea, si uno lo pone abajo del asiento del acompañante no, tampoco se tira a casa. Entonces se lo esconde a sí misma para no tentarse en diferentes lugares.
Interlocutor C (00:06:30-00:06:35): Pero que Ana está loca. Está completamente loca. Es una muchacha que va a morir en breve.
Interlocutor B (00:06:36-00:06:49): Pero está bien, si no puede con la ansiedad. Si no puede con la ansiedad, lo mejor es sacarse la posibilidad de mirar el teléfono. No está mal, yo lo he pensado. Esconderme, sacarlo.
Interlocutor C (00:06:49-00:07:03): Sí, claro, no está mal. ¿Pero después le empieza a ganar el otro que le dice dónde está? Mirá que está atrás de coso. Te da el tiempo, te bajás, metes en el asiento atrás y llegás y lo revisás, le pegás una bichadita.
Interlocutor B (00:07:03-00:07:09): Claro, ahí lo ve en un semáforo metido en el otro asiento buscando algo abajo. No, tremendo, pero bueno.
Interlocutor C (00:07:09-00:07:09): Exactamente.
Interlocutor B (00:07:10-00:07:11): Así que atascos tremendos.
Interlocutor C (00:07:12-00:07:44): Entonces Putin parece que tiene un carril, señor, que hay un carril preferencial que básicamente es de Putin, que es la vía central de una de las autopistas más transitadas de Rusia entre la ciudadanía kutuzovi y novia. No tengo el gusto con ninguna de las dos. Y que va de los suburbios de Moscú, donde vive Putin, al Kremlin. Es un carril vip de preferencia para Putin. Y amigo de Putin. Cargos altos, empresario importante, pero fundamentalmente amigo de Putin, digamos. Porque Putin en general un helicóptero.
Interlocutor B (00:07:46-00:07:47): Mire.
Interlocutor C (00:07:48-00:07:56): Y ahí papá le gusta tener su carril. Y está bien porque Putin y bueno, y metete vos en el carril de Putin sin tener huevo. Digo, aunque no vaya Putin.
Interlocutor B (00:07:56-00:08:03): Bueno, sí, debe haber un control estricto que va más allá de la multa. Por ejemplo, acá se va a empezar a multar en breve algunos carriles.
Interlocutor C (00:08:06-00:08:20): Dale, dale, si tenés una prueba, dale, metete. No creo que sea una anécdota que después le pueda contar los amigos. Uno, digamos. Y si le va bien, que se tome el tren a Siberia y que se pelee con un oso también, porque está preparado para todo.
Interlocutor B (00:08:21-00:08:22): Sin lugar a dudas.
Interlocutor C (00:08:24-00:08:28): El paso siguiente, tomarse con un oso ahí en Siberia.
Interlocutor B (00:08:28-00:08:37): No me extraña, porque he hablado mucho de seguridad y he hablado mucho de la cantidad de militares y de seguridad y bueno, no me extraña que tenga carriles meliquero.
Interlocutor C (00:08:37-00:08:51): Meliquero son acá son. Pero el país más miliguero que yo he visto es sin juicio valor, porque la verdad no sabría decirle si es mejor o peor. Te digo, la arañada estaría extasiado.
Interlocutor B (00:08:52-00:08:53): Bien.
Interlocutor C (00:08:54-00:08:57): Otra que en las escuelas, los pilicos están en todos lados.
Interlocutor B (00:08:57-00:08:59): Sería el sueño del guapo.
Interlocutor C (00:09:00-00:09:04): Ah, impresionante. Sí, sí, sí. Vivir sin miedo.
Interlocutor B (00:09:04-00:09:16): Bueno, lo que pasa es que uno tiene miedo también si ve tanta seguridad, tanto control, tanto cacheo, tanto mostrar y dejar el celular en una cajita para pasar por un control de seguridad. Tanto el tiempo al final que te da una especie de miedo paranoico.
Interlocutor C (00:09:17-00:09:21): ¿No? No, no. Más que miedo es tapadura de escroto.
Interlocutor B (00:09:22-00:09:23): Está bien.
Interlocutor C (00:09:24-00:09:41): Mucho más tendiente a que se le caiga un testículo a la parte del miedo. El miedo no, la verdad que miedo muy poco. Llevé muy poco miedo. ¿Le iba a decir ya tiró la parte del medio?
Interlocutor B (00:09:42-00:09:45): No, le falta una parte de la parte del medio. Tiene parte del medio. Está bien.
Interlocutor C (00:09:48-00:09:57): Y cuando volvamos veo que eso de la carta que le hizo Cavani Cavani mismo, del nueve años, se la leímos.
Interlocutor B (00:09:57-00:10:17): A la audiencia recién. Muchos conocían fragmentos, otros alguna cosa del helado. Y bueno, la leímos con con el sueco recién acá un poco comentaba. Me criticaron que no le di épica, que no le di una narrativa emocional. Bueno, la idea era que la conocieran más, que emocionan. Igual alguna gente de Salto se emocionó. Yo le aconsejé que se saliera de la audiencia en este momento. Si se emocionó con la carta de.
Interlocutor C (00:10:17-00:10:38): Le porque yo me voy y me escribí una carta a mí mismo. A mí mismo de 9,10 años más o menos, por ahí. No importa, llega un poco tarde la carta. No pasa nada. Y para el de Vejiga Estridium, que es la publicación que hace cosas con los vejigas que vinimos, que no somos ni periodistas de porteo ni nada claro.
Interlocutor B (00:10:38-00:10:40): No es un player, usted no ha llegado a eso.
Interlocutor C (00:10:40-00:10:52): Pero bueno, no es el Player Trivium. Y no es tampoco el Journalist Trivium, digamos. Es el de los per Journalist Tribune. Ese tampoco es. Es el Vejigas Trivium.
Interlocutor B (00:10:52-00:10:54): Vejigas Trivium. Y usted le escribe una carta.
Interlocutor C (00:10:56-00:10:59): Es emocionante, es conmovedor. Si quiere ya le.
Interlocutor B (00:11:01-00:11:02): Vamos a la parte del medio. A ver, léalo.
Interlocutor C (00:11:02-00:12:02): Sí, le escribo. ¿Tiene música para ponerle? ¿Para que quede más? Porque no me tengo tanta fe como para conmover así en seco, digamos. Y en un boliviano tocando la le escribo estas líneas al vejiga que en el barrio algunos llaman rusito por su pelo rubio y su madre judía, otros polacos, otros judíos de mierda, otros fatiga por tu pereza omnipresente que a veces se parece al cansancio. Otros lo llaman el botija, medio raro de mitad de cuadra. Y otros simplemente espantoso. Porque la primera vez que salí a jugar al fútbol en el barrio tenía puesta una camiseta que decía Panther, una marca deportiva bastante berreta que no prosperó. ¿Qué más? Creo que tu sobrenombre duró más que la madre.
Interlocutor B (00:12:04-00:12:11): Panther. Panther. Siga, siga.
Interlocutor C (00:12:11-00:13:49): En tu familia no te dicen Darwin porque tu padre y tu abuelo se llaman igual. Y eso terminó siendo más un problema que un honor. No te preocupes por cómo te digan. No hay demasiado que puedas hacer al respeto. Y casi siempre te van a decir de una forma que no te resulta del todo cómoda. La vida no es un lugar donde abunde la comodidad. Te voy avisando. Bueno, me alegra mucho contarte que en los 50 años, en los siguientes 50 años, tu mayor talento, que es una capacidad ilimitada para la pereza que deviene en cierta habilidad mínima, muy básica, casi de monito, para decir cosas que a veces son mínimamente graciosas, poquito nomás, pero rápidamente olvidables, no va a cambiar tu vida en casi ningún sentido. Eso, a pesar de lo que te pueda parecer ahora, es una gran noticia. Hacele el caso a un gilbo chico. Siete mensajes. 20. Está chiquito, chiquito cerebro que te crees no hay gru. Me río de tus pretensiones. Ya te aviso que no cagas a nadie. La habilidad para decir estupideces constantemente te va a ayudar a deshacerte de esa cantidad de sobrenombres y a conseguir lo más parecido a una beca de la vida que te puedas imaginar. Van a aparecer empresarios que te van a pagar por ser bufón. El sueño de cualquier Seguí trabajando tu lado más idiota. Transformate en un perfecto imbécil. Me lo vas a agradecer, pendejo pretencioso. Yo te voy a bajar los ojos, ananita. Cállese la boca, guacho. Mierda. Siga leyendo la carta de suyo de más de 500.
Interlocutor B (00:13:49-00:13:52): Siempre lo perten Vamos, ya.
Interlocutor A (00:13:57-00:14:13): No toquen nada. ¿A dónde querés viajar? Ahora los viajes están mucho más cerca. Porque con tus tarjetas Volar de Itaú multiplicás tus millas todos los días en todos los supermercados y autoservicios. Julio multiplicás por tres y agosto por cuatro. Esto es Volar.
Interlocutor C (00:14:15-00:14:27): Presenta claro Darwin no para de hablar porque tiene un plan. Claro, con los planes desde $450 hablás gratis e ilimitado a todas las compañías. Comparalo con tu plan. Bienvenidos todos a Claro.
Interlocutor B (00:14:39-00:14:47): ¿Bueno, el comienzo de la carta de Darwin aquel Darwin que no le decían Darwin por el nombre del padre y la abuela para no repetir?
Interlocutor C (00:14:48-00:15:02): No, también me decían Darwin. No, sí, decía no, la familia, nosotros. ¿Y qué? Ya era el mismo nombre que mi padre, mi hijo, que se llamaba Darwin Alberto Ponente y mi abuelo se llamaba Darwin Newton.
Interlocutor B (00:15:02-00:15:14): Perfecto. ¿Pero muy triste el comienzo porque le anticipa una vida plagada cómo diríamos? No sé, yo le estoy tratando de.
Interlocutor C (00:15:14-00:15:19): Decir a millón de nueve años más o menos lo que se le viene, señor. ¿No es para eso la carta esta?
Interlocutor B (00:15:20-00:15:29): Sí, sí, está bien, pero es muy dura a veces. Capaz que algún eufemismo no sé, algo manejable. Pero bueno, está bien, si es realista.
Interlocutor C (00:15:29-00:15:34): Un jugador Sí, voy a seguir, sigo la carta, señor.
Interlocutor B (00:15:34-00:15:47): Siga la carta. Aquel botija que tenía muchos sobrenombres, demasiados apodos, sobrenombres despectivos incluso algunos, casi todos despectivos. Y fatiga, creo que era el mejor.
Interlocutor C (00:15:48-00:15:54): Si el larva también te decía, no, se lo puse para que no se angustiara.
Interlocutor B (00:15:54-00:16:05): Bueno, siga tranquilo. Le digo que mucha gente recuerda el Panther, aunque evidentemente el apodo de Panther por aquella ropa que usó, duró más que la ropa deportiva Panther.
Interlocutor C (00:16:06-00:30:31): Bueno, pero yo le puse ahí, aparte no la leí para que no pareciera que era muy duro, pero le puse ahí. Lo único más mediocre que Panther era el botija que llevaba esa camiseta. Entonces después dice hay un jugador que se llama Omar Arrestia. Le dicen Chumbo y lleva el pelo largo. Cuando corre al aro con sus 2 m, imparable, el pelo se le revuelve y parece más salvaje e imparable todavía. Bueno, olvídate de él, porque vos tenés solo cinco años menos y yo bastante limitadito jugando al básquetbol. Lo único que podés tener de Chumbo es el pelo largo y a los humos de cigarrillo en la boca. En todo lo demás sos el antichumbo Arrestia. No tenés la mano del chumbo, no tenés la coordinación, ni la fortaleza física, mucho menos la fortaleza mental del chumbo. No vas a ser basquetbolista profesional. Ni siquiera vas a ser un basquetbolista a matermedianamente decente. Te lo digo para que no pierdas esperanzas en eso. No gastes esperanza y no pierdas el tiempo. En todo caso sos muy perezoso y garronero para ser deportista. Sos como el gordo Amaral, pero sin talento ninguno. Y además flaco. Así que pésimo ejemplo. No fue un gran ejemplo. No me entendés lo que te digo, pero ya me vas a entender. Mediocre. Sos terrible. Medio pelo. Si fueras unos juegos olímpicos de medio pelo, no pasas las rondas clasificatorias por medio pelo. Andá sabiendo, así después no te decepcionas. El pelo largo del chumbo ardestia será una inspiración para tu rebeldía. Llegará el momento en que serás tú el que le dirá a tu madre no mas cortes de pelo. Pero no te confundas, no es por el chumbo a regia. Es porque le tenés fobia a los peluqueros. Pedazo de un enfermito. Con 10 años ya empezaste a llenar el álbum de las fobias. ¿No te da vergüenza ser tan trastornadito esa corta edad? Tenés como tres páginas llenas de figuritas y no llegaste ni a la adolescencia todavía. Si fuera el siglo 19 tus padres ya te habrían tirado un río y habrían engendrado otro hijo a ver si le salía mejor. Estás completamente cagado de la cabeza. 10 años. Por otra parte, tu madre corta muy mal el pelo, horrible. Y vos lo sabés. Es como si te cortara el pelo don Omar Martínez con los guantes de bocio puesto. Y como vos le tenés fobia a los peluqueros, eras un enfermo. Estás en un callejón sin salida. Quédate tranquilo. Vas a tomar la peor decisión de todas dejarte el pelo largo. Sos pésimo tomando decisiones, te aviso. Vives tu vida en el club Tabaré te estarás preguntando por qué escribo vives tu vida en lugar de vivir tu vida y a veces se cuela el español neutro. Porque es una carta para el vejiga estribium vejiga y le copié el formato a la de Cavani para arrancar los par. Después me olvido, me da pereza seguir el estilo, etc. No me interrumpas más, por favor. Atrevido. Me tenés harto y ni siquiera voy por la mitad de la cata. Vives tu vida en el club Tabaré, atrás de una pelota naranja de básquetbol. Mentira. Esa vida empieza a las 5:00 p.m. porque hasta esa hora el canchero no abre el club. Y la función del canchero en el basquetbol es desestimular el amor por el deporte que puedan tener los chipilines. Él está haciendo su trabajo, cumpliendo su función como parte del ejército invisible del desestímulo, y vos sos demasiado cagón como para discutir su rol. Así que el resto del día te pasas tirando en un arito del fondo de tu casa porque tenés todas las comodidades y es un poco me cago la épica en esta carta del vejiga Stream, en la que no puedo hablar de ningún sacrificio que hayas hecho, salvo compartir la mitad de la extranjerina con tu perra, que es loca de la extranjerina, se pone a llorar si, por la ayuna y no le tira la mitad de los gajos a ellos. Hacen record cuando te vas a bañar. A veces te da tanta pereza bañarte porque sos el colmo de la desidia, atrapado en un cuerpito de 10 años, que preferís prender la ducha, mojarte un poco el pelo, esperar 5 min. Sentado en la tapa del water y salir como si te hubieras bañado. Es la estupidez más grande que vi en mi vida. ¿Sos muy kedi, sabías? Además de un mugriento desagradecido que ni siquiera valora el calefón que tiene en su casa. No tiene ningún sentido. Perdés el mismo tiempo, te consume la misma energía que si te bañara, pero te quedas sin la parte placentera del baño y las bondades del jabón. Pero avisé. Sos horrible tomando decisiones. Siempre encontrá la más estúpida. Trata que otros toman decisiones por vos. Haceme caso, Zampaoya. ¿Me dejas contarte un secreto? ¿Me dejas contarte un secreto? Un día va a sonar el teléfono, vas a ir a atenderlo y te vas a llevar puesta a una puerta de vidrio. Está cerrada, banana. Ahí está. Ahí tenés el secreto. ¿Me dejas contarte otro secreto? El liceo no sirve para nada. Trata de que no te rompan la cabeza muy seguido. Hacete amigo de los repetidores, tomándole el pelo a los profesores y cualquier autoridad. Cuando te quieran hacer la mota, apuntá para el más débil y tirale un piñi. No tengas ninguna esperanza con las compañeras de clase que están buenas. Hacerlas reír no tiene nada que ver con que les pueda gustar alguna y vayas a chuponear. Sos una rata mal alimentada que se va a desarrollar como a los 15 años. Así que anda acostumbrándote porque vas a ser terrible. Pero no te angusties por esa pelotudez. No, se acabó. Dale blandito. Dale. Te cagué, maricón. Lo que importa más en tu vida en este momento, si mal no recuerdo, es el doble de la grapa. El doble de la grapa es algo mágico. Necesito hablar con alguien del doble de la grapa. Con alguien que no sea un niño bobo que se cree especial como vos. Con un adulto que ya sepa que fracasó en la vida. Con un adulto, el doble de la grapa es motivación pura. ¿Cómo se hace para tener motivados un montón de gurillas de 10 años con una sola pelota llenita de huevos que pica para cualquier lado y no sirve ni para jugar un partido? Porque además son 19 niños y no podrían jugar 10 contra nueve. Poniendo la regla que el niño que meta un doble de la mitad de la cancha, que todavía no había triple en esa época, se lo deja subir a la cantina de Tabaré. Era una carrera contra la ley y el sentido común. Meter la pelota ovalada de la mitad de la cancha. Y la sensación de escuchar al cantinero que gritaba por la ventana Dale, subí, pajero. Cuando habías metido el doble de la grapa, increíble. Una alegría inmensa. Y si tenías suerte, se llamaba el tío león del garito clandestino donde jugaban a la generala por plata. Fuerte, fuerte jugaba la generala los borrachos ahí de la cantina del club. Y te dejaba soplar el cuerpo bilete para darle suerte a los dados. Soplar y con tu aliento de grapita recién tomada, si tenías mucha suerte, el tío león metía un full, los desplumaba y te compraba un alfajor vencido de esos que vendían en la cantina, que te venías bien para hacer un pisito. ¿Será de chocolate? Te van a dar de uno de esos que ya le quedó el relleno medio verdoso del tiempo que lleva tenemos. ¿Será el de Mickey Mouse? ¿El de las tortugas anillas que todavía no existían? Sea el que sea, durante todo ese día estarás medio en pedo por la grapa y practicarás resaqueado con 10 añitos. ¿Qué te parece? Lindo, doctor. ¿Cuáles son tus sueños? El anime, chico. Ni siquiera los recuerdo con esa actitud seguramente no tenías. O tenías algunos muy pelotudos, como tener una máquina que escupa latas de refresco gratis en tu cuarto. ¿Futbolito? Ya vergüenza. Alguna gansada de esas que no tiene épica ninguna y no sirve como insumo para una cata de estas. Tu sueño es jugar al básico de primera. Lo conseguirás. Jugarás tristemente paseará por alguna cancha de segunda de ascenso y cuando lo hagas se sentirá como como si hubieras gastado un sueño al pedo. En el caso de que haya una cumporena de sueño para gastar, te gastaste uno sin que no para nada necesario. Tu sueño es escribir un libro. También lo conseguirás. Te aviso, no hay ningún mérito. Hasta julio Ríos sacó uno. Tu sueño es tener mucha plata, manejar lindos autos y dormir en hoteles elegantes. Bueno, bájate del caballo, moto de hambre. ¿And pensando más en un Héctor Perry como modelo de vida, verdad? Tu sueño es ir a un mundial de fútbol gratis a cubrir el evento. Qué sueño más mediocre. El sueño de Diego Joca irá, pero los pesados de la FIFA cambiarán ante su sistema de una sede por serie y te pasarás arriba de un avión como un banana y tendrás que caminar 2 km para llegar a cada uno de los estadios y te enfermarás. Y en la mitad del segundo mundial al que vayas, te darás cuenta de que en el siglo 21 el peor lugar para ver un mundial es el mundial. Lo que tienes ahora con nueve años de edad es algo que ahora extraño muchísimo y se falta se llama falta absoluta de responsabilidades. Ah, eso de no tener ningún una responsabilidad es lo máximo. Aprovéchalo. ¿El resto de la infancia está muy sobrevalorada, no? Como con la infancia, todo el mundo le da para adelante, pero lo que le gusta más a la gente es el recuerdo de la infancia y no la infancia en sí. De la escondida. Te aburrís a la media hora y salir a buscar voz es una sensación de lo más desagradable. Mezcla de soledad, ansiedad, excitación, inseguridad, omnipotencia, paranoia extrema. Es como tomarte una raya de merca en una oficina de Tenfield, más o menos en Kikiriya. Está bueno, está bueno el kikiriya. Pero te cansas enseguida y te das ganas de ir a escuchar el partido de fútbol por la radio, echando tu cumpleaños son demasiado largos. El tiempo entre los chorizos y la tota es interminable. La gente no sabe cuándo terminan los eventos. Los bailes son una mierda que te llenan de ansiedad y la mitad del tiempo no sabes ni qué hacer. Por eso empezaste a fumar de chiquito también. Tener algo que hacer en los bailes nomás. Como niño, vives tu vida con una intensidad 1 pasión que será imposible como adulto. Sí, esa poquita intensidad y esa casi nada de pasión que tienes como niño es muchísimo más de lo que vas a tener de adulto. Aunque no lo puedas creer, tu corazón está envuelto en papel film. No vibras, está muerto por dentro. ¿Sabés cómo en la vida ahora, a los 60 y pico años de edad horrible, igual de incómoda que cuando tenías 10? ¿Qué te creías, que se iba a solucionar todo cuando llegaras al mundo adulto? Tenés que pagar las cuentas, hacer guita para tu hijo hipotético, estar casi al día de los impuestos. Por suerte te ganas la vida con una pelotudez que ni te imaginas. Es como si trabajaras en un call center, que calculo que ni sabés lo que es, pero tomándole el pelo a la autoridad, que en realidad no es ni la autoridad, es un pobre diablo que trabaja de periodista y vos le hace bullying permanentemente. Buen tipo, pobre, demasiado creyente en el dios de los ateos, el estado. No te quiero arruinar la sorpresa. En muchos aspectos estás viviendo en un sueño. Siendo más preciso, estás viviendo lo que sería una fiesta. No tenés ni que salir de tu casa para faturar. Es casi una pensión graciable lo que te tocó. Ojalá no haya reencarnación, porque la próxima vida vas a ser estibador del puerto. Más o menos. Vas a tener que pagar con sudor todas las facilidades de esta. Pero muchos otros aspectos también. Eres prisionero de ese sueño o de esa siesta. Se te gastan antes las pantuflas que los champeones, cada vez te cuesta más ir hasta la panadería, te salen hongo por la falta de luz solar. Tu familia te reclama por tu ausencia. Tu esposa llega de trabajar y se da cuenta enseguida de que sos una lacra que no salió en todo el día y te caga puteadas, o te pone basura de más en la bolsa de la basura. Hijo hipotético sabe que estás en el escritorio y te rompe las bolas hasta morir. Cuando eres un niño tienes esa sensación de que la persona más exitosa es la que consigue sus objetivos. Cuando crece te das cuenta que la persona más exitosa es la que tiene la sabiduría para vivir sin que le rompan los huevos. Quiero recordarte las palabras de tu padre. ¿Qué te dice siempre? Yo sé que tú lo sabes. Te Andate a Uruguay, pelotudo. No seas burro. Uruguay es una trampa mortal. Te pensás que está buenísimo porque a los 20 años tenés casi todo lo que querés y queda todo cerca. Después te das cuenta que tu techo lo tocaste a los 28, estúpido. Y ya no hay marcha atrás. Todo lo que se queda es inercia. Uruguay no te mata, Uruguay te deja morir a poquito. Pero tú no le vas a prestar atención a esas palabras porque sos necio como una mula con la menstruación. Te cree que las sabes todas. Ignorante, analfabeto, bobo con ínfulas. Es altamente probable que ni siquiera hayas llegado hasta esta parte de la carta, porque a los 10 años no sos capaz de leer cuatro párrafos seguidos. Tu poder de concentración es el de un molusco. Con nuestra edad, a lo largo de la vida he conocido amebas con más fuerza de voluntad que la tuya, chiquito. He tenido la suerte de cruzarme con papagayo menos disperso que tú, pequeño idiota. Qué te dice tu madre siempre te hacé lo que quieras, pero hacelo en serio, comprometido. Si escuchas las palabras y realmente crees en el espíritu de lo que te dicen, te querrá martillar los huevos con un ábaco. Pero por suerte nunca entenderás el espíritu de esas palabras ni escucharás a nadie seriamente. Más te vale que no te tomes muy en serio a vos mismo, porque so del montón, estás más cerca de cambiar de lo rezagado que de los 10 o 15 que se escapan en el pelotón. Si la vida es la fórmula, un vos sos de los que aparecen cuando le van a sacar una vuelta y le trancan un poco el paso a los que vienen corriendo. En serio. Sinceramente no sé por qué sigo escribiendo. Es muy probable que ya no esté leyendo.
Interlocutor B (00:30:34-00:30:43): Bueno, 300 Darwin sentida, sensible. Me conmovió mucho más que la de.
Interlocutor C (00:30:43-00:30:53): Le escucho, pero me parece que con la música tendría que haber agarrado un poquito de col. Sí, la música le ponía de conmover a la gente.
Interlocutor B (00:30:54-00:31:05): Sí, sobre todo cuando había una parte de un niño sin sensibilidad, asustadizo, con desidia, un poco sucio, perdedor. Y la música de fondo evidentemente nos trasladaba.
Interlocutor C (00:31:05-00:31:15): Sí, ese era yo. Ese era yo. Ese era yo. Sí, sí, sí. Estuve bien, me parece, en avisarme que está cerrada la puerta de vidrio, porque ahí casi la quedo.
Interlocutor B (00:31:17-00:31:23): Bueno, las sorpresas, las sorpresas. No sé, sorpresas que no vale la pena ni siquiera contar. Bueno, secretos.
Interlocutor C (00:31:23-00:31:27): ¿Yo le dije, vio que no le hablé de usted para guardar una sorpresa?
Interlocutor B (00:31:28-00:31:35): Algo le tiró igual de este encuentro que iba a tener en el futuro. Ese Darwin fatiga conmigo. Pero bueno. Sí, sí, sí, sí, pero para que.
Interlocutor C (00:31:35-00:31:41): No, para que la sorpresa, le dije, no te cuento más, Eduardo. La sorpresa.
Interlocutor B (00:31:43-00:31:55): Sí, con secretos como muy críticos con la educación formal, que ese niño estamos jugando con el pasado, futuro, presente. Pero ese niño tenía que ir a asumir esa educación formal, obviamente al liceo.
Interlocutor C (00:31:55-00:32:02): Ah, no, pero no se preocupe, no se preocupe. Igual no voy a hacer liceo. Yo no lo hice yo no se preocupe, no estoy afectando nada.
Interlocutor B (00:32:02-00:32:16): Perfecto. Después lo que sí me preocupó mucho, y claro, habla también más freudiano de cosas que se pueden ver, es la presencia de la timba, el alcohol. De un helado a una grapa con 10 años hay una sustancial diferencia como premio.
Interlocutor C (00:32:16-00:32:25): Mucho más lindo, mucho más conmovedor, mucho más real. Además no te pica los dientes, es más alimento también.
Interlocutor B (00:32:25-00:32:28): Esa guarida secreta, un lugar donde timpiaba mentalmente.
Interlocutor C (00:32:28-00:32:45): Era una guarida, era un guarito, era una puerta. Pero todo lo que hayan estado en Tabadi la conoce. No era tan secreta tampoco. Yo lo que no podían entrar todos. Y ahí el tío León jugaba fuerte y era lindo que jugara mucha guita ahí. Porque en el peor de los casos, cuando perdía, quedaba con gente del club.
Interlocutor B (00:32:45-00:33:12): Claro, quedaba, sí, sí, está bien, está bien. Bueno, Darwin, la verdad ha conmovido muchísima gente que escribe. Mire, incluso Lorena escribe desde el aeropuerto en Berlín. Está yendo allí, va a ver Uruguay. Dice Lorena y estoy aquí en Berlín esperando el vuelo a Moscú para ir a ver a la Celeste. Te estoy escuchando. Le dio risa. ¿Risa de llanto, supongo, no? Porque la emoción que la embarga, la gente la mira.
Interlocutor C (00:33:12-00:33:27): Porque acá nadie era para hacer risa, era para emocionar, señor. Como la de Levin, pero con otra tristeza, digamos, porque hay que juntar tristeza. ¿Yo me di cuenta que la clave de esas cartas es encontrar así como imágenes muy tristes, entiendes?
Interlocutor B (00:33:27-00:33:33): Sí, las encontró hasta el aroma. Alfajor vencido sentime río y lloro. Darwin al mismo tiempo dice es riquísimo.
Interlocutor C (00:33:33-00:33:38): Alfajor vencido de cantina, señor. ¿Uno decía será de chocolate?
Interlocutor B (00:33:38-00:33:40): Que en esa época eran siempre no.
Interlocutor C (00:33:40-00:33:42): Importa si vuelve a ser un asco.
Interlocutor B (00:33:42-00:33:46): Estamos en la oficina, Darwin llorado, llorando y abrazados. Nos abrazamos todos.
Interlocutor C (00:33:46-00:33:57): Dice qué suerte que conmoví, mijo, para que yo estaba tratando de conmover. Y la pate del chungo con el cigarrillo en la boca.
Interlocutor B (00:33:58-00:33:59): Otros deportistas, otros tiempos.
Interlocutor C (00:34:01-00:34:03): Tiraba libre fumando, me parece. Chumbarres.
Interlocutor B (00:34:03-00:34:11): Dígale a los jóvenes que nos escuchan que Chumbarrestia era un enorme jugador de básquetbol. En serio. Y que bueno, podía ser el ídolo de muchos en aquellas 70, finales de los 70, principios 80.
Interlocutor C (00:34:12-00:34:18): Fue mi ídolo cuando lo parece. Empezó a jugar muy joven. Era mi ídolo cuando yo tenía 10 años, pero él tenía 16.
Interlocutor B (00:34:19-00:34:19): Perfecto.
Interlocutor C (00:34:21-00:34:35): Ese era el problema del ídolo del chuparreta como ídolo, que arrancó tan joven a triunfar que uno estaba demasiado cerca de él. Capaz que si me hubiera elegido un ídolo con mayor edad, digamos, podría haber llegado yo.
Interlocutor B (00:34:35-00:34:50): Y dura la frase acá dice la gente. Muy dura la frase de su padre. Porque la frase final, esa frase que le decía su padre y sobre todo a los botes, usted lo decía después lo recuerda, pero no lo hizo irse del país, saber que iba a morir en la inercia.
Interlocutor C (00:34:50-00:34:59): Acá me decía sí, me decía eso, sí. Mi padre era bueno dando consejo, mi padre.
Interlocutor B (00:34:59-00:35:06): Voy a usar el consejo de su padre. Mi hija, mi hija tiene 28, ya está en su techo. Andate. Voy a usar el consejo del padre Darwin.
Interlocutor C (00:35:06-00:35:15): Bueno, no, pero ya está, ya está, ya está. 28 años, se acabó. Ya está. Ya está vieja para salir afuera. Afuera ya está pasada.
Interlocutor B (00:35:17-00:35:22): Tremendo. Estoy llorando también. Y no de emoción. Es tristeza lo que tengo, dice acá.
Interlocutor C (00:35:22-00:35:34): Tristeza. Sí, sí, sí. Mucha tristeza. Yo lo que traté es reflejar toda esa tristeza y también un poco lesionar a ese niño que como casi todos los niños, se creía un poquito especial. Y nada de especial. Cagón.
Interlocutor B (00:35:35-00:35:41): Tocaste lo más profundo de mi corazón, vos. Sí. El no puso, no pudo, vos. Realmente fue profunda la carta, dice acá.
Interlocutor C (00:35:41-00:35:52): Bueno, me parece que es mucho más. Me parece que mucho más, porque tiene toda la parte ella del agua caliente y todo eso. ¿A mí mucho no me convencía, no?
Interlocutor B (00:35:52-00:36:11): Un niño que tenía todas las comodidades y que no aprovechaba esa situación que se le daba en la vida. ¿Pero cómo va a poner como una cosa como una cosa saltear en la vida que la perra pedía por la mitad de la mandarina? Eso no es una cosa que sacrificio.
Interlocutor C (00:36:12-00:36:14): De la vista de las mandarinas tenía que sacrificarse.
Interlocutor B (00:36:14-00:36:15): Es un juego.
Interlocutor C (00:36:17-00:36:28): Qué juego. Terrible sacrificio era, señor. A ver si el Edín tenía que comer la mitad de la mandarina. Entonces hay que verlo también de ese punto de vista. Terrible. Es lagrimillo.
Interlocutor B (00:36:28-00:36:41): Bueno, gente que recuerda el garito de Tabaré Sebastián de ingeniería, que hoy llevo ingeniería. Me sentía identificado, bien cortada esas piernas a ese pendejo atrevido, incrédulo también fuerte.
Interlocutor C (00:36:41-00:36:54): Porque era un chiquitito odioso. Yo, mi hijo de chiquito era de lo más odioso que pueda ver. Ahora soy un odioso, pero viejo, que es otra cosa. Uno ya tiene como cierta autoridad para ser un odioso.
Interlocutor B (00:36:54-00:37:10): Mira, hay gente que junta sí, no, dígame lo de lo dioso, pero hay gente que junta cosas. Por ejemplo, tenía las carencias de cavani, sin calefón y con baño fuera de la casa. Pero el resto de todo, lo de dar como Exacto. ¿Es tremendo esto porque claro, claro, porque.
Interlocutor C (00:37:10-00:37:31): Qué pasa con esa carta de Cavani? ¿No nos representa ninguno por la forma en la que superó todas esas dificultades, entiende? Y yo quería hacer otra de uno no tuviera dificultades pero no pudiera superar nada, que más bien lo único que hiciera era retroceder. Y me parece que ahí sí nos estamos representando al mundo de los oficinistas. Por eso. Este es el oficinista Trivium, señor.
Interlocutor B (00:37:32-00:37:35): Es tremendo. Hice todo, me di con la puerta de vidrio también.
Interlocutor C (00:37:35-00:37:40): Oficinistas trivium. Todos los que hemos terminado siendo oficinistas.
Interlocutor B (00:37:40-00:37:45): Me gusta más que para los vejigas trivium, para los oficinistas trivium. ¿Esta nota puede entrar?
Interlocutor C (00:37:47-00:38:00): Exactamente, esa es la publicación, la que va a salir. Compren todo. Bueno, no tienen que comprarlo porque llega gratis a la oficina y es para distraerse, que es todo lo que uno busca hacer en la oficina.
Interlocutor B (00:38:00-00:38:05): Buena parte de la clase media identificada. Buena parte de las oficinas, dice otro, también identificada.
Interlocutor C (00:38:06-00:38:10): Es de oficinista, fundamentalmente. Oficinista, señor.
Interlocutor B (00:38:12-00:38:23): Bueno, créeme que busqué la fecha del nacimiento de Omar Arrestia ahora porque alguien también era el ídolo de él y se ve que tuvo alguna alguna situación similar en el 47, creo.
Interlocutor C (00:38:23-00:38:25): El chumbo, señor.
Interlocutor B (00:38:25-00:38:33): ¿Está bien? Sí, sí. Y bueno, gente pobre Darwin dice hay gente que quiere darle un abrazo. Darwin, usted ya está en Moscú, está lejos.
Interlocutor C (00:38:33-00:38:40): Yo estoy impecable. Yo soy un viejo de mierda. Es impecable. Ahora, lo que pasa es que cuando era niño me quedaba un poco más incómodo.
Interlocutor B (00:38:40-00:38:51): Por favor, publiquen y suban la carta porque bueno, gente que se siente identificada, quiere mostrarle a sus hijos, es recomendable mostrarle a sus hijos esta carta, como muchos hicimos con nuestros hijos, con Tabani.
Interlocutor C (00:38:51-00:39:24): ¿Sobre todo el que está sí, sobre todo el que está un poco como pasadito de sueño, vio? ¿Capaz que hay que dejarlo algo teja, aprendizoso, algo te digan anejos en hay que bajarlo de un dazo, mijo, porque si no después la caída es mucho peor, entiendes? ¿Hay que bajarlo antes de que sus potenciales sigan creciendo, porque si no después las expectativas que va a tener sobre él mismo eso es un poco lo que trato de hacer yo con el guacho este de 10 años que vendría a ser yo, me entiendes? Avisarle que no tenga mucha expectativa sobre sí mismo porque se va a pegar un golpazo.
Interlocutor B (00:39:24-00:39:33): Y si ese niño que usted le corta niña niño que le corta las expectativas real, tiene alas para volar muy alto, uno no tiene que dejar ay.
Interlocutor C (00:39:33-00:39:40): No, casi nunca tiene. No, no, casi nunca tiene francés. Si tiene, no es tan fácil volar tampoco. Hágalo con esfuerzo, mijito.
Interlocutor B (00:39:40-00:39:42): Pero mira, si es si las tiene.
Interlocutor C (00:39:42-00:39:52): Se va a sobreponer, si la tiene, se va a sobreponer a esta carta, se lo aseguro, señor. Y si no la tiene, va a ser un buen mazazo para que empiece a darse cuenta que no la tiene.
Interlocutor B (00:39:53-00:39:58): Darwin, estoy en auto y en Austria pega más la nostalgia. Escucho y lloro.
Interlocutor C (00:40:01-00:40:21): Porque es para eso, para eso la hice, señor. Para que nosotros los oficinistas también tengamos nuestra carta. Porque si no, al final todos estos deportistas que les va bien y superan obstáculos y tienen unas mentes poderosísimas, nos vienen a hacer sentir una porquería. Y nosotros mismos no podemos hacer sentir una porquería. No necesitamos que venga Cavani, bueno, que.
Interlocutor B (00:40:21-00:40:28): Venga usted, porque dice a mi carta le va a faltar justamente que venga un viejo de mierda todos los días a explicarme la tristeza de ser un banana.
Interlocutor C (00:40:29-00:40:30): Ahí está.
Interlocutor B (00:40:35-00:40:41): Un viejo de mierda que escucha la radio, que le explica lo que es un banana todos los días. Sentirse bien banana, bien inservible, inútil.
Interlocutor C (00:40:41-00:40:46): Eso es espectacular. Eso es impagable, amigo. Yo la verdad lo escucharía todos los días.
Interlocutor B (00:40:46-00:41:02): Bueno, Darwin, la gente la verdad le quiere mandar, además de escuchar todos los días aquel viejo le quiere mandar un abrazo sentido. ¿Yo tengo, cuento seis, siete abrazos de esos que se lo quieren dar, vio? ¿Ese tipo abrazo de teatro, le digo yo que ese abrazo de la que se la gente de teatro se abraza muy sentido, no?
Interlocutor C (00:41:02-00:41:09): ¿Pero no, no se hacía sí, metafóricamente, no? En la vida real tratemos de no abrazarnos. Hay que abrazarse menos.
Interlocutor B (00:41:10-00:41:13): La mejor forma de abrazarlo a usted, Darwin, es comprar alguno de sus libros.
Interlocutor C (00:41:14-00:41:18): Eso es un abrazo. 1 caricia y.
Interlocutor B (00:41:20-00:41:23): Plata. Somos terraja. Eso es dinero. No tiene que ver con el abrazo.
Interlocutor C (00:41:25-00:41:29): De los adultos. Eso es lo lindo que tiene el mundo adulto. El abrazo de los adultos es el dinero.
Interlocutor B (00:41:31-00:41:44): Bueno, Verónica, mire, terminamos con este Verónica con un emoji de llanto, perdón. Dice Estoy en el campo, Darwin, llueve, hace frío. Y escucha su carta, mucho más frío.
Interlocutor C (00:41:45-00:41:53): En el alma de ese niño de 10 años que se cree un poquito especial y pegarle un par de guaridas.
Interlocutor B (00:41:53-00:42:07): Bueno, Eduardo, mañana lo vamos a escuchar, pero hoy 11 y media, tenemos columna deportiva. Mañana vamos a escuchar noticias, hoy nos vamos a meter en mundial. Salimos de la nostalgia, salimos de esta historia y hoy nos vamos a meter en Darwin Mundial 11:30 a.m. ya con los ocho mejores.
Interlocutor C (00:42:07-00:42:23): El año pasado salimos a la nostalgia porque usted armó todo un plan secreto ahí para el pasadizo. Ya sé si yo no me entendéis, porque mire que no estoy senil, sé perfectamente. Estamos ante el sol, eso lo sé.
Interlocutor B (00:42:24-00:42:30): Darwin lo escucha. 11 y media columna mundial. Ya están los ocho mejores de la Copa del Mundo y aquí estará Darwin. 11 y media.
Interlocutor C (00:42:32-00:42:44): Darwin fue presentado por Claro. Vos también tenés cosas para decir con los planes claro. Desde $450 hablar es gratis e ilimitado a todas las compañías. Comparalo con tu plan. Bienvenidos todos a Claro.
